No he podido comulgar con la idea de tenerte todo el día en mis pensamientos, pero ahí estas sonriendo todo el tiempo y acudo constantemente a ti y a esa sonrisa contagiosa que me ha provocado dicha y felicidad por montones.
Siempre me contuve de decir quien soy, de donde vengo y que es lo que quiero. Contigo no hay trabas, todo fluye como si me conocieras desde siempre, me conoces en esencia y debes saber que al momento eres lo único que quiero, que deseo y que necesito.
Deje de pensar, solté las amarras y voy navegando a donde sea que me lleven tus mares, deseoso de descubrir que aventuras y peligros nos esperan, deseoso de nadar constantemente en tus aguas y deseoso de descubrir los tesoros que tienes para mi.