Es ese momento de calidez, el cuerpo tiembla, la piel se eriza, sientes paz y descansa el ser.
Creer que el cielo puede tocarse es verdad cuando los ojos se cierran, cuando esa electricidad placentera es llevada hasta el cerebro y es transformada en energía pura, hermosa e indescriptible, llevada de la mano con un suspiro o una respiración exaltada y una sonrisa de mera satisfacción.
Un punto emotivo y fascinante de excitación voraz, de placer visto como gestos raros o labios entrelazados y oscuridad, explosiones y bombardeos corporales culminantes y ese deseo de encontrar nuevamente ese momento.
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1 comentario:
WOOU mas fantasia y la sonrisa de satisfaccion me sorprendes mucho
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