viernes, 11 de febrero de 2011

La prueba

Es quizás sorpresa de unos y conocimiento fue de los que los que ya no están...
Pero existe...
Con el pasar de las eras los grandes sabios le pasaban su mas atesorado secreto a los hombres mas aptos para cumplir una serie de pruebas que de ser superadas recibirían a cambio lo mas hermoso que sus ojos llegasen a ver en sus vidas.
Muchos jamas volvieron de ese viaje, pero los que si lo hicieron tenían en sus rostros un aire de sabiduría ¿que es lo que ven esos hombres que los ilumina de tal forma? todos se preguntaban, pero ellos no podían responder esa pregunta, solo podían indicar a donde debía ir el siguiente hombre que consideraran capaz de superar las pruebas.

Una vez hace ya mucho tiempo, un hombre muy joven fue tentado por un sabio para hacer la travesía de su vida. El joven quien estaba por casarse acepto sin pensarlo ya que eso le daría estatus a su familia y le daría oportunidad a su propio hijo de algún día regresar lleno de gloria.
Lo que el joven nunca supo fue que su prometida fue detrás de el, pues temía que este no regresara del famoso viaje y de paso quería saber que es lo que lo hacia tan importante, el joven parecía vencido, había tardado ya dos años en superar la primera de las cuatro pruebas, su prometida que siempre se mantuvo cuidadosa de no ser vista por el joven estuvo pendiente de lo que todo lo que acontecía, sufriendo y padeciendo lo mismo que al joven le ocurriese.
Con el pasar del los años el ahora ya todo un hombre supero dos pruebas mas y solo le faltaba una, las mas sencilla según el sabio que lo invito llenarse de gloria. El hombre entro valiente a cumplir la ultima aventura antes de volver a casa, entro a una oscura cueva atraído por una luz brillante, el final del camino parecía estar tan lleno de luz y el con paso firme descubrió que se trataba de una fuente.
-No es agua lo cae-dijo una voz.
-Todo esto es tan hermoso-dijo el hombre sorprendido.
-Lo que vez son sueños, sueños de hombres que puedes hacer tuyos si pasas esta prueba.
-Según se solo puedes darme uno, uno a cambio de uno mio. Que puedes hacer tu mi sueño y que puede hacer yo con el de otro hombre- pregunto el hombre.
-Los hombres sueñan demasiado, sueñan todos los días con cosas que no pueden tener, mujeres, riqueza, poder, vida que se yo. Por tus sueños te doy a cambio un deseo si así lo quieres ver. Dijo la voz proveniente de la fuente.
-No puedes darme lo que yo deseo por que lo tuve conmigo todo este tiempo, fui un tonto al no darme cuenta a tiempo de que lo que siempre quise estaba frente a mi.
-Que no deseas estar con ella.- interrumpió la voz
-La tuve conmigo todo el tiempo y eso, tiempo es lo que no puedes darme. Yo no quiero nada de un ladrón de sueños, quedate con los deseos del hombre que ya no tengo mas tiempo que perder.
-¡Espera! no te gustaría que ella fuese joven como antes, ya no quieres el hijo que tanto soñaste yo puedo darte todo eso si lo deseas.
-Me crees un tonto o que si te doy mis sueños entonces como vas darme algo que te pertenece.
-Hasta el día hoy eres el único que ha entendido todo, te doy las gracias pues en libertad me has puesto como puede soñar un hombre que ya no tiene sueños, como puede desear alguien algo que seguramente también sueña, hasta hoy todos los que llegan aquí se van con las manos vacías, creyendo que no tienen nada, el hombre que te tentó a probar quería seguramente quedarse con tus tierras o con tu mujer. Pero tal fue su amor y tal fue su silencio que ninguno pudo hacer lo que tenia que hacer.
El hombre murió cerca de la cueva junto a su amada esposa, pero no sin antes tallar una hermosa estatua de verdadero sueño en esa cueva, una estatua hecha con lo que algunos todavía sueñan y que muchos aun buscan para sentir lo que aquel hombre al superar la única prueba por la que vale la pena vivir.

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